Qué razón tiene la frase "las oportunidades no se pierden, las aprovechan otros". Este lema no lo tuvieron nada claro ninguna de las personas y empresas que vamos a describir a continuación, cuando una decisión suya les supuso perder la oportunidad de su vida, pérdidas millonarias o realmente les cambió la vida...¡a otros!
El primer premio es para los cabezazos que se tuvieron que dar los ejecutivos del estudio londinense de Decca Records. John, Paul, George y Pete Best (el batería que luego fue sustituido por Ringo Star) viajaron varios kilómetros desde su Liverpool natal para cantar 15 canciones en una audición con la casa disquera. Pero los ejecutivos de Decca no se impactaron. Es más, estaban seguros de que en aquella época un cuarteto no tendría futuro y que grupos de Rock con guitarras estarían en breve pasados de moda. Los Beatles y la historia se encargaron de demostrarles su error.
El segundo premio y no por ello menos escalofriante, es para el laboratorio de la compañía Xerox. Corría la década de los 70 cuando, en su laboratorio de Palo Alto, California, contaban con una máquina con un mouse cuya pantalla contenía íconos que permitía realizar funciones cuando se hacía clicks en ellos. Su nombre era Alta y era un computador personal desarrollado años antes que cualquier máquina similiar de Apple, IBM, etc. ¿El problema? Nunca abandonó el laboratorio de Xerox por un tema de prioridades en el cuartel base, los directivos de la compañía no quisieron gastar el dinero necesario para comercializar la innovación.
Mención especial para el siguiente personaje, Ronald Wayne, para los que no le conozcan, uno de los tres fundadores de la empresa Apple en 1976 junto con Steve Jobs y Steve Wozniak. Fue quien ilustró el primer logotipo de Apple, además de redactar el manual de instrucciones de la primera máquina con la manzana, el Apple I. Tenía el 10% de las acciones de la compañia y tuvo la gran visión de saltar del barco a las dos semanas de entrar en la aventura, espantado por una mala experiencia empresarial del pasado. Se desentendió de su participación por 800 dólares. El 10% de las acciones de Apple Computers valen hoy 24.000 millones de dólares.
En el mundo de internet también ha habido grandes decisiones, y la segunda mención especial es para el caso del CEO de Yahoo, Terry Semel, que en 2001 se reunió con Larry Page y Sergey Brin de Google con la intención de comprar la compañía. Pedían cinco mil millones de dólares, pero Semel dijo que no los valía. Ahora cuesta más de 100.000 millones, pero ni siquiera está en venta.
El premio de consolación es para la gigante Coca Cola, ya que no se puede decir que le haya ido nada mal en su negocio, pero sí que también tuvieron un caso que les costó un buen pellizco. Resulta que la empresa quiso unir su marca a la pasión estadounidense por el béisbol. Con las clásicas letras en el reverso de las tapas, los consumidores debían juntar la palabra HOME RUN para canjear premios. Estratégicamente sólo unas pocas letras R debían ser producidas, pero 18.000 erres más terminaron en el interior de las botellas. El error de impresión costó más de 100.000 dólares en premios, hasta que Coca-Cola puso fin a la promoción.
Ha quedado claro que, quien no arriesga, no gana.
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