jueves, 24 de junio de 2010

¿Por qué el pegamento no se pega a su propio recipiente?

Existen cientos de fenómenos triviales que no nos paramos a pensar porque los tenemos asumidos. Esto mismo pensé yo cuando me plantearon la cuestión de por qué el pegamento que consigue pegar "casi todo" no se adhiere a su propio recipiente.
Lo primero que se me vino a la cabeza fue el material del propio frasco, pero éste no tiene nada de especial, salvo que lo protege de la humedad, ¿será esta la clave? Vamos a verlo.

La explicación es más sencilla de lo que creemos aunque para conocerla tenemos que saber que existen, principalmente, dos tipos de pegamentos. Por un lado están los pegamentos que contienen disolventes muy potentes, como la cola o el pegamento imedio y por otro, se encuentran los pegamentos extrafuertes llamados "de cianocrilato", como el SuperGlue o SuperTite.

Lo que tienen en común todas las familias de pegamentos es que en su frasco original cerrado, ¡no tienen poder adhesivo! y su razón es que necesitan de un agente externo para actuar.

En el caso de los primeros pegamentos, con fuertes disolventes, sólo pueden actúar cuando entran en contacto con el aire, ya que el disolvente se evapora y la parte activa del pegamento se seca produciendo el pegado.
Para el caso de los cianocrilatos, es diferente su comportamiento. Estos pegamentos extrafuertes actúan al entrar en contacto con el agua, que inicia en ellos una reacción que los hace endurecer. En este caso, el simple contacto con el vapor de agua que contiene nuestra atmósfera es suficiente para que se producta la reacción.

Por todo ello, podemos adivinar porque es tan importante dejar bien cerrados todos los botes, ya que una vez cerrados, la humedad y el aire que contiene el bote es mínimo para producir reacción alguna, y por lo tanto, el pegamento estará a nuestra disposición para su próximo uso.

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