domingo, 11 de julio de 2010

El origen del dólar, ¿Made in USA?


Por extraño que pueda parecer, la actual moneda americana tiene su origen en el valle de Sankt Joachim en Bohemia, una región que en siglo XVI era la más grande de la antigua Checoslovaquia.

La historia se remonta a 1518. Sorprendido por una tempestad, un individuo del lugar se refugió en la primera cueva que encontró. Una vez dentro...¡milagro!, descubrió una mina de plata. En esa época, el emperador germánico, Carlos V, también rey de España con el nombre de Carlos I, principe de los Países Bajos y rey de Sicilia (no se aburría...), autorizó al señor del valle de St. Joachim a acuñar piezas de plata que se llamaron Joachimsthaler (thal significa valle en alemán).

Pero al poco tiempo, el emperador se arrepintió y sencillamente retiró al señor local el privliegio generosamente concedido e hizo acuñar monedas que llevaban sus propias armas. Por lo tanto, el Joachimsthaler de origen pasó a llamarse simplemente Thaler. Esta moneda oficial se fue imponiendo progresivamente en todos los territorios bajo dominio de Carlos V y sus sucesores de la casa de Habsburgo, sobre todo Felipe II, su hijo, origen de la rama española de la dinastía (En España y los Paises Bajos).

De este modo, al haber entroncado con España, la casa de Habsburgo reinó sobre gran parte de América del Sur, gracias también a las hazañas de los conquistadores Hernán Cortes, nombrado gobernador de Nueva España (hoy México) y Francisco Pizarro, que colonizó la zona litoral de Pacífico (Lo que corresponde apróximadamente al actual Perú y Ecuador).

Así pues, los conquistadores llegan a América con un tálero, thaler, que hacen acuñar en México y Perú. Igual que los holandeses habían transformado la pronunciación de thaler en daler, en América del Sur el tálero se convirtió en tólar, y rápidamente en su forma actual, dólar. Con el tiempo, ese nombre se dio a cualquier moneda, incluso en América del Norte, dónde se utilizaba la expresión Spanish dollar.

En 1785, más de dos siglos después del desembarco del tálero, el Gobierno norteamericano decidió acuñar su propia moneda y, naturalmente, la llamó dólar. El Spanish dollar se siguió utilizando en America del Norte hasta 1794, año en el que los distintos estados se pusieron de acuerdo para acuñar y poner en circulación las nuevas monedas.

En resumen, desde el valle de St. Joachim en Bohemia hasta después de la Guerra de la Independencia norteamericana (1775-1783), el thaler se había convertido en dólar tras un curioso recorrido.

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