El objetivo de hoy es hablar un poco de los famosos inhibidores de frecuencia, qué hacen, y cómo actúan, y de una forma bastante curiosa. Nada excesivamente técnico ni preciso. Sólo de carácter divulgativo por lo que no diré nada que algunos de vosotros desconozcais.
Lo primero es decir que el concepto bajo el que funciona un inhibidor de frecuencias es muy sencillo de comprender. Tanto, que los niños lo asimilan y emplean (el concepto, no el aparato) desde muy jóvenes. La cuestión es que existe alguien que quiere hacer llegar información a un destinatario, y una tercera persona empeñada en que el destinatario se quede sin la información.
Veamos el caso con los niños, que yo creo que a todos nos sonará esta situación. Fulanito quiere decir algo, y Menganito no quiere que lo diga. ¿Qué hace Menganito? En todo acto de comunicación hay un emisor, un destinatario y un mensaje, por lo que hay varias alternativas.
1. Le tapa la boca a Fulanito. (Actuación sobre emisor)2. Le tapa los oídos al que no quiere que lo escuche, o si es él el que no quiere escuchar se los tapa a sí mismo. (Actuación sobre destinatario)3. Si ni 1. ni 2. está a su alcance se pone a hablar fuerte o gritar y hacer ruido para que nadie entienda lo que dice. (Actuar sobre el mensaje)Si la comunicación fuese por cable, como en el teléfono, también se podría cortar el cable o desenchufarlo, que no deja de ser otra forma de cortarlo. (Actuación sobre el canal, otro elemento indispensable en la comunicación)
El problema trasladado a un escenario bélico sería similar. El que quiere decir algo es el atacante que tiene el emisor para explotar la bomba. El destinatario es la bomba. Los que no quieren que la bomba se entere de nada son los soldados que están patrullando. El procedimiento que seguirían sería el similar al del niño.
1. Le tapan la boca (se cargan) al detonador o al encargado de detonar la bomba. Problema: No sabes donde está por lo que no puedes hacerlo.2. Le tapas los oídos (desactivas o aislas electromagnéticamente) a la bomba. Problema: Tampoco sabes donde está por lo que no puedes hacerlo.3. Como ni 1. ni 2. está a tu alcance, y no puedes cortar el canal porque va por el aire y no lo puedes cortar solo queda el recurso de hacer ruido para que la bomba no entienda nada.
Y eso es lo que es un inhibidor de frecuencias, un cacharro que hace mucho ruido electromagnético.
Tanto las personas, como los receptores electrónicos, para poder interpretar correctamente lo que reciben es necesario dos cosas. La primera, que la potencia de lo que nos llega sea superior a una potencia umbral, por debajo de la cual no podríamos oir nada ni un receptor funcionar. Esa potencia umbral se llama sensibilidad. La segunda es que la señal que recibimos tenga una relación señál a ruido superior a otro umbral, si no, tampoco entenderemos nada. Pasaría lo que en una discoteca, que con todo el ruido que hay no puedes ni entender al que te está gritando en tu misma oreja, porque aunque la señal sea más alta de lo necesario, si el ruido también es alto, puede que la comunicación sea imosible.
Por el nombre, se podría pensar que un inhibidor de frecuencia, lo que haría es eliminar una cierta frecuencia, o mejor dicho, la señal de una determinada frecuencia, pero como eso es desde el punto de vista práctico imposible en un escenario así, lo que hace un inhibidor de frecuencias es crear una especie de ambiente electrónicamente discotequero que haga que todo lo que se encuentra cerca de él, no pueda entender nada de lo que cualquier otro le diga.
Así pues, un inhibidor lo que hace es emitir ruido con una gran cantidad de potencia en las frecuencias que quiere inhibir. Los dos parámetros más importantes serían el nivel de potencia máxima que emite, que hará que el radio de acción del inhibidor sea mayor y el rango de frecuencias que utiliza. Cuanto mayor sea este rango, más frecuencias contamina. El límite de este rango lo fija la tecnología, que es lo mismo que fija la frecuencia que usará el emisor, por lo que el que esté más desarrollado tecnológicamente, tiene las de ganar en este juego.
En la práctica, los detonadores remotos se hacían hace años del tipo de mandos de televisión, o de garaje. Como limitación principal es que no te puedes ir muy lejos a detonarlo porque si no, la señal no superará la sensiblidad del receptor. Lo que está de moda ahora, es la detonación por móvil. Te permite activar la bomba desde cualquier parte del mundo, porque ya se han encargado otros (las operadoras de móvil) de garantizar que la señal llegue al destino con la potencia necesaria. Esto sería a nivel, digamos, terrorista. Si hablamos de ejércitos, es complicado decir como utilizan este tema por que todo es top secret, pero a bote pronto se me ocurre que los más desarrollados tecnológicamente podrían usar la detonación desde satélite a muy alta frecuencia ya que si la frecuencia es más alta que la que es capaz de utilizar la otra parte, no se la podrá “inhibir” y por satélite porque suelen ser lugares bastante seguros por su situación.
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