Alguna vez, seguro que os habréis preguntado cuál es el funcionamiento del lavabo de un avión y dónde van los desechos de los cientos de pasajeros que conforman un viaje. La leyenda popular afirma que éstos son liberados en pleno vuelo y se desintegran en pequeñas partículas antes de llegar a tierra, pero esto no es así.
En primer lugar, hay que decir que el mecanismo de evacuación y limpieza es diferente para el agua de los lavabos y cocina (llamadas aguas grises) que para el agua del inodoro (llamadas aguas negras).
En el caso de las "aguas grises" no se acumulan en ningún lugar, sino que son expulsadas directamente al exterior a través de unos mástiles de drenaje que se pueden ver en la panza de los aviones y que contienen la palabra HOT, ya que estas aletas son calentadas durante el vuelo para evitar su congelación, previniendo así que se tapone la salida.
Para las "aguas negras", existen dos tipos de inodoro. El primero, más antiguo, basado en una solución química llamada Racasán, y el segundo, actualmente mucho más extendido, basado en el vacío.
Inodoro basado en el componente químico Racasán
Como su nombre indica, este inodoro limpia la taza del wc mediante un componente químico. Este componente químico de color azul es uno de los más fuertes que se conocen y solo bastan unos pocos litros para descomponer grandes cantidades de desechos.
Cuando se tira de la cadena en un inodoro de este estilo, una bomba impulsa el componente químico desde un depósito propio en el lavabo hasta la taza, allí lo vierte y la limpia , llevándose los deshechos. El componente vuelve al mismo depósito de donde ha salido y ahí es donde se descompone todo.
Las ventajas de éste sistema radica en que la limpieza es total, ya que el componente químico arrastra todo sin dejar ningún rastro. El principal inconveniente es el peso que genera que cada lavabo tenga X kilos de éste componente. Éste fue uno de los motivos por lo que empezara a ser sustituido por los lavabos de vacío.
Para hacer el mantenimiento de cada servicio, se hace desde los paneles de servicio del avión, desde los cuales se rellena de racasán, se vacía el depósito, etc.
Inodoro basado en el vacío
Este tipo de inodoro utiliza un generador de vacío o bien la propia presión diferencial entre la cabina y el exterior para arrastrar los deshechos a un depósito general. Al tirar "de la cadena", se expulsa una poca cantidad de agua, que ayudará a limpiar la taza y arrastrar los desechos.
Los desechos son arrastrados a un depósito general a donde llegan conductos procedentes de todos los lavabos o bien lavabos de zonas cercanas.
La principal ventaja de este tipo de inodoro es el ahorro de peso en relación con el anterior, pues se quita peso en omitir un depósito con su correspondiente líquido.
Sin embargo, tiene algunos inconvenientes, como es que son más propensos a averiarse, son más complicados arreglarlos y la limpieza de la taza no es tan efectiva como es en el inodoro de Racasán.
Tras el aterrizaje, el proceso termina con el vaciado de los residuos en zonas habilitadas por los propios aeropuertos con tal objetivo. Son transportados hasta allí en vehículos específicamente preparados.
Existen varias curiosidades acerca de estos mecanismos:
- Cuando dos inodoros de vacío son accionados a la vez, uno de ellos tendrá que esperar 7 segundos para limpiar la taza a partir de que el primero haya terminado vaciar la suya.
- La velocidad que alcanzan los desechos en los inodoros de vacío es de aproximadamente 60 m/s, es decir, ¡200km/h!
- En los trenes AVANT, serie 104, el inodoro utilizado es el de tipo Racasan, idéntico al usado en los aviones.
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