Los términos boicot y boicotear están a la orden del día. Existen varias formas de provocar un boicot. Si un país decide boicotear unos Juegos Olímpicos, significa que sus atletas no van a participar. Del mismo modo se puede boicotear unas elecciones no yendo a votar. A nivel mundial, la acción de boicotear a un país consiste en romper toda relación económica y comercial con él. A otro nivel, los consumidores pueden decidir que van a boicotear tal o cual producto, es decir, a no comprarlo...pero,
¿De dónde proviene realmente esté término?
Esta palabra tiene su origen en el condado de Mayo, Irlanda, durante el siglos XIX. Allí vivía Charles, Capitán de infantería retirado desde 1852. A partir de 1853, Charles asistió y representó con lealtad y empeño a un rico propietario del condado, lord Erne, gestionando sus tierras. Pero en 1879, el antiguo militar se enfrentó a una revuelta de los aldeanos, la llamada Land League, que se negaron a pagar la renta de las tierras que cultivaban.
Tras muchas conversaciones y discusiones, el asunto se agravó y los aldeanos rechazaron cualquier relación comercial con Charles hasta llegar a romper el diálogo y acabar con todo contacto, comercial o no. Sin contactos, descalificado e incapaz de reanudar el diálogo, Charles, representante de lord Erne, sufrió lo que hoy denominamos un boicot en toda regla y tuvo que abandonar la región.
Vale, pobre hombre, ¿pero qué tiene que ver con el término?
Es verdad, olvidé un pequeño detalle. El nombre completo del agente del rico propietario era...¡Charles Boycott! (1832-1897).
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