Los ascensores primitivos fueron usados desde el siglo III a.C., funcionando mediante potencia generada a través de hombres, animales o agua.
Desde la mitad del siglo XIX, los ascensores usados con la potencia del vapor de agua fueron utilizados, a menudo, para el traslado de materiales en fábricas, minas y almacenes, de ahí su su nombre como montacargas.
En 1853, el inventor americano Elisha G. Otis mostró un tipo de ascensor de carga equipado con un dispositivo de seguridad para evitar la caída al vacío en caso de que se cortaran los cables utilizados. Esto aumentó la confianza de las personas en el uso de los ascensores y Otis estableció una empresa de fabricación de ascensores y patentó (1861) un ascensor que funcionaba con vapor.
En 1846, Sir William Armstrong introdujo la grúa hidráulica y en los inicios de la década de 1870 las máquinas hidráulicas comenzaron a sustituir el ascensor accionado por vapor. El ascensor hidráulico funcionaba con un pistón pesado, moviéndose en un cilindro, y aprovechando la presión de agua o aceite producida por bombas.
Los ascensores eléctricos se comenzaron a utilizar hacia finales del siglo XIX. El primer ascensor eléctrico fue construido por el inventor alemán Werner von Siemens en 1880. Ese año, el inventor alemán introdujo el motor eléctrico en la construcción de elevadores. En su invento, la cabina, que sostenía el motor debajo, subía por el hueco mediante engranajes de piñones giratorios que accionaban los soportes en los lados del hueco. En 1887 se construyó un ascensor eléctrico que funcionaba con un motor eléctrico que accionaba un tambor giratorio en el que se enrollaba la cuerda de izado.
En los siguientes doce años empezaron a ser de uso general los elevadores eléctricos con engranaje de tornillo sin fin, que conectaba el motor con el tambor, excepto en el caso de edificios altos. Los ascensores eléctricos se usan hoy en todo tipo de edificios.
El ascensor moderno está compuesto de una cabina que esta sujeta por una armadura, que se mueve casi verticalmente por un hueco colocado dentro o fuera del edificio y que es movido por un motor.
Mientras pasan los años, los ascensores se modernizan más. Hacia 1949 se eliminó el trabajo del ascensorista y se reemplazó por un mando automático integral; también se le introdujo un detector electrónico, que le daba protección a las puertas, un pesacargas y un sistema de protección.
Como curiosidad, el desaparecido World Trade Center, de Nueva York, con sus dos torres de 110 pisos, tenía 244 ascensores o elevadores con capacidades de hasta 4.536 kg y velocidades de hasta 488 metros por minuto. El edificio Sears-Roebuck en Chicago, de 110 pisos, tiene 109 ascensores con velocidades de hasta 549 metros por minuto.
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