Hay gente, poca, que no les gusta comerse una buena fabada, un magnífico cocido o unas excelentes lentejas, pero a la mayoría de las personas le encantan este tipo de comida y muchas veces tienen que evitar comerlas por sus "olorosas" consecuencias. ¿A qué se deben? ¿Podemos evitarlo? Intentaremos dar respuesta a estas preguntas.
En primer lugar hay que explicar el motivo por el cual las legumbres producen flatulencias. El problema radica en la composición de las legumbres, ya que éstas contienen una serie de azúcares muy complejos (oligosacáridos), como son la rafinosa, verbascosa y la estaquiosa. Al llegar estos azúcares al estómago, los ácidos y enzimas que se encuentra en él no son capaces de digerirlos por lo que suelen llegar intactos hasta el intestino grueso.
En este lugar se da la gran guerra. Aquí disponemos de microorganismos y bacterias que componen nuestra flora intestinal y éstos sí que son capaces de fermentar los complejos azúcares.
¿Qué es lo que ocurre a continuación?
Pues que la fermentación produce la descomposición, dando como resultado dióxido de carbono, hidrógeno y gas metano, siendo estos los culpables del sentimiento de estar hinchados y del olor tan característico.
Por lo tanto, la flatulencia se resume en la mezcla de los gases producidos en el intestino grueso y por el aire que acompaña al propio alimento. Estos gases se expulsan por el ano, dando las temibles consecuencias que todos conocemos.
¿Es posible evitar las flatulencias?
No existe ningún remedio mágico para evitar totalmente la producción de los gases pero sí existen varias recomendaciones para reducirlos enormemente.
Una manera de reducir la producción de gases en tu cuerpo es añadir un poco de comino al agua de cocción de la legumbre. Puede que no solucione el problema del todo, pero si lo reduce de forma considerable. Otras especias que ayudan son el hinojo y el gengibre.
Otra idea es triturarlo y tomarlo en forma de puré para quitarle la piel, ya que esta contiene rafinosa y estaquiosa, dos los oligosacáridos mencionados anteriormente. Además, añadiendo verduras y patatas, facilita que los ácidos y enzimas del estomago puedan digerir el alimento.
También es bueno enjuagar bien en agua las legumbres antes de cocinar, lo que reduce los niveles de oligosacáridos.
Esperamos que os sirvan estas recomendaciones o por lo menos, que mireis con otros ojos a las legumbres y a sus "malvados" azúcares la próxima vez que los tengáis cara a cara.
Fuentes:
3 comentarios:
Yo habia oido que era la piel de las alubias, lentejas, etc, donde esta el problema, segun una bioquimica.
Si les quitas la piel ya no hay gases, pero eso lo debes verificar, pero creo es cierto
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#f1rem Efectivamente la piel tiene un papel muy importante en la causa de las flatulencias por su composición. Ya lo he añadido. Muchas gracias por tu aportación.
¿Es posible que también sea por falta de costumbre? Es decir, que al principio produzcan más gases, pero a medida que el organismo se va acostumbrando, se produzcan menos.
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