miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Los peces beben agua? Las claves y un curioso experimento

Podría parecer una pregunta absurda pero al investigarlo me ha resultado mucho más curioso de lo que creía. La respuesta a esta pregunta es un rotundo: Depende.

¿De qué depende?

Principalemte depende del hábitat donde se encuentren, ya que el tipo de agua en el que viven es fundamental para esclarecer esta cuestión. Para entenderlo tenemos que introducir un término científico: la osmosis.

la osmosis, explicado muy por encima, consiste en el comportamiento del agua ante dos líquidos separados por una membrana que se encuentran a diferentes niveles de salinidad. Por lo tanto, queda claro que la respuesta a la pregunta puede variar si hablamos de peces de agua dulce o de agua salada.

En el caso de los peces de agua salada, éstos tienen menor concentración de sales en el cuerpo que en su medio exterior. En el proceso de osmosis, el agua siempre fluye de concentraciones menos salinas a más salinas, por lo que los peces pierden agua a través de su piel. Si no bebieran, se deshidratarían. Pero este comportamiento, exige a su vez, otra solución para eliminar el exceso de sal ingerida, y esta solución fue el desarrollo de unas células glandulares especiales en sus branquias que excretan dichos excesos.

Existe una excepción con los peces cartilaginosos, como los tiburones por ejemplo, que solucionaron este incoveniente desarrollando tras muchos años de evolución, una inusual tolerancia hacia la urea, lo que provocó que en vez de excretarla constantemente, retienen una alta concentración de ella en su sangre, resultando isotónica con respecto al agua salada.

En el caso de los peces de agua dulce, como se encuentran en la situación opuestas a sus congéneres de agua salada, tienen en su cuerpo mayor nivel de salinidad que en el exterior, por lo que el agua entra en sus cuerpos directamente, no haciendo necesario que beban. En este caso, el único problema que tienen es que algunos solutos los pierden inevitablemente por la orina, pero esta perdida es compensada por células branquiales que absorben sal y la transportan activamente de nuevo al cuerpo.

Caso curioso (pero sobre todo malévolo): Consecuencias de vacíar una botella de whisky en una pecera (¡no lo intentéis!)

Si aplicamos lo aprendido, el agua del interior de los peces, en comparación con el agua exterior, sería muy salada, con lo cual los peces absorberían agua a través de su piel. Pero el consumo de alcohol favorece la deshidratación debido a su efecto diurético. Por lo tanto, los peces excretarían más agua. Al orinar mucho más, los peces se verían obligados a beber más agua del acuario, pero este agua contiene a la vez más alcohol...por lo que, nunca mejor dicho, es como el pez que se muerde la cola. La fiesta la tendrían asegurada por un tiempo, pero no les esperaría un buen final.

Me ha venido a la cabeza de repente el villancico que dice: "Pero mira como beben, los peces en el río...". Si hacemos caso al proceso de osmosis explicado anteriormente, sólo hay dos opciones para que ésto fuera real. La primera opción sería que el río fuese salado, cosa que es muy poco probable, por lo que nos quedaría la segunda opción, que alguien hubiera probado el curioso pero malévolo experimento de arrojar mucho alcohol al río antes de cantar el villancico. Ahí lo dejo..."beben y beben, y vuelven a beber..."

Fuentes:

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