¿Alguna vez te has preguntado cómo se forman las líneas de colores del dentífrico tan perfectas al salir del tubo?
Aunque mucha gente lo piense, no se trata de compartimentos separados. El tubo se llena de pasta de dientes, que normalmente es blanca, hasta un cierto nivel. Llegados a ese nivel, el secreto se encuentra en unos distribuidores separados como los de la siguiente imagen. Todos los materiales pasan exhaustivos controles en los laboratorios para mantener el mismo nivel de viscosidad, lo que evita que se mezclen entre ellos.
Una vez que conocemos cómo se ha introducido en el tubo, ahora el dilema está en cómo conseguir que salgan al mismo tiempo, y de manera tan perfecta y fina. La boca del dentífrico, no es solamente un agujero en su parte final; por el contrario, consta de un compartimento que circunda todo el tubo en el último centímetro superior del mismo.
El compartimento consta de unos agujeritos en la parte de la boca del tubo, casi a la salida, con tantos agujeros como rayas queramos que haya en la pasta de dientes. Al presionar el tubo, hacemos que la pasta blanca entre en ese compartimento exterior y salga por los agujeritos, pero esta vez ya coloreada.
Como curiosidad, podemos desarreglar el sistema que forma las rayas si presionas el tubo en la parte de la boca de salida, ya que fuerzas al mecanismo que tinta, a ir a través del compartimento principal. De la misma forma, puedes masajear el tubo para que se mezclen las dos sustancias. Y si alguna vez las rayas dejan de formarse en la pasta, sumerge el tubo dentífrico en agua caliente para “reanimar” el colorante.
Un poco de historia de las curiosas rayas
La patente del método de producir las rayas en tubos de dentífrico, fue comprada por la empresa Lever, por aquel entonces llamada Unilever, a un inventor de Nueva York en 1958, Leonard Lawrence Marraffino, que lo había inventado con el propósito de asemejarlo a un palo de caramelo. Los números de las patentes fueron el 2.789.731 en Estados Unidos y el 813.514 en Reino Unido.
En 1960, la pasta de dientes con rayas se introdujo en el mercado americano. Unos años más tarde, en 1965, se introdujo como la marca “Signal” en Reino Unido y posteriormente en Europa. La pasta de dientes a rayas lideraba el 8% del mercado en su segundo año a la venta, y desde entonces fue decayendo.
Empezaron a haber problemas técnicos, y en 1961, uno de cada tres tubos dentífricos no producía bien las rayas de colores. Lever empezó a estar por detrás de sus competidores, Procter, Colgate e incluso Beechams, que acababa de sacar la línea Macleans, símbolo de blancura.
Algunos diseños de la boca del dentífrico que estaban preparados para producir diferentes clases de lineas con diferentes colores, causaron una gran disputa entre marcas registradas a finales de los 90. Colgate Palmolive, en su patente estadounidense 4.969.767, creo un sistema para combinar dos clases diferentes de líneas de color.
Aunque las rayas están principalmente por un efecto óptico y para diferenciar los distintos tipos de pastas de una misma marca según su función principal(blanqueante, anti sarro, etc.), contienen diferentes componentes. Por ejemplo, el tubo principal contiene la base, la línea roja añade flúor, y la otra línea le otorga el fresco aroma a menta. Aun así, no es necesario que los componentes tengan que estar separados.
Muchas gracias @hkappra por proponernos este tema a ballesterizar.
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