viernes, 14 de enero de 2011

¿Un río bajo el agua? El curioso cenote Angelita

viernes, 14 de enero de 2011
Hoy nos trasladaremos hasta México, para darnos un bañito en un curiosísimo cenote situado a unos 17 km de la ciudad de Tulum llamado Angelita.

¿Por qué es tan curioso? Simplemente porque oculta en su interior uno de los espectáculos naturales mas surrealistas y asombrosos que se pueden encontrar.

Imaginaros que tuvo que sentir el buceador Anatoly Beloshchin, cuando se encontró mientras buceaba...¡un río bajo su cuerpo! Lo describió de la siguiente forma:

Cuando nos encontramos a unos 60 metros de profundidad, veo de repente un río, islas, hojas caídas. Estar allí y verlo con tus propios ojos es una sensación inolvidable
Os dejo una de las imágenes que el mismo buceador tomó en una de sus inmersiones.


La explicación

Aunque pierda un poco la magia, debemos explicar como se produce realmente este fenómeno.

La verdadera causa de este surrealista río subacuático no es más que una capa de sulfuro de hidrógeno que se queda en suspensión entre la capa de agua dulce superior y la de agua salada inferior. El sulfhídrico se crea por la descomposición del material orgánico que se hunde en el cenote lo que provoca que se vea como una especie de nube desde arriba y una capa con extraños colores, desde abajo.

Mas allá de dicha capa, nos encontramos con  40 metros más de descenso en la más profunda oscuridad. Solo apta para buzos profesionales y atrevidos.

Curioso, ¿verdad? Os dejo unas cuantas fotos más y un vídeo donde se aprecia bastante bien el fenómeno que hemos descrito.


 






lunes, 10 de enero de 2011

¿Cuando "caduca" el vino?

lunes, 10 de enero de 2011
Hablando con propiedad, no tiene fecha de caducidad. Según la norma general de etiquetado (Real Decreto 1334/1999), en todo producto alimenticio figurará la fecha de duración mínima o, en su caso, la fecha de caducidad, pero hay varios productos que quedan excluidos de esta norma, entre ellos, y los que nos afectan en esta entrada:
Vinos, vinagres y otras bebidas alcohólicas hechas a base de uva o mostos de uva.

El vino es como un ser vivo. Una vez embotellado no se paraliza su evolución. Sigue un curso de vida con una serie de reacciones lentas pero notorias. En algunos casos va mejorando, en otros va en declive. Como ser vivo que es hay que poder valorar cual es el momento óptimo para ser consumido y cuando empieza su declive. En definitiva, saber hasta cuando puedo guardar el vino.

Los vinos pasan por diferentes etapas en su vida:

  • Nacimiento.
  • Juventud.
  • Madurez.
  • Vejez.
  • Declive.

En todas las etapas existe un tiempo de consumo óptimo. Los enólogos juegan un papel muy importante a la hora de definir el tipo de vino y el tiempo que va a durar. La vida de un vino más larga o menos dependerá de varios factores, que siempre hay que tener en cuenta para darle el trato que le corresponde a cada uno:

Muy importante es conocer el proceso utilizado para su elaboración dentro de cada uno de los tipos de vinos que podemos encontrar en el mercado, (tintos, rosados, blancos, generosos, especiales…), y el destino que se les asigna, jóvenes, crianzas, reservas o gran reservas.
Otro factor de gran importancia es la variedad de uva empleada para su producción. Unos tipos tienen poco potencial para aguantar el paso del tiempo, otras por sus características tienen más poder para resistir el paso de los años. El estado de madurez en el momento de la vendimia marca también el carácter del vino.
El envejecimiento en madera también influye de una forma directa en su longevidad. El tiempo que permanezcan en contacto con la barrica define en parte su vida.
Todos estos factores intervienen de una forma directa en la vida del vino. Cabe recordar que para la conservación de los vinos es necesario tener un lugar adecuado que reúna una serie de condiciones para que favorezcan su evolución. (Ver la publicación del día 14-2-08 sobre la conservación de los vinos en la bodega.)

Vinos blancos.
Los vinos blancos afrutados suelen ser jóvenes. No han pasado por ningún proceso de crianza en madera y ello comporta que su vida sea más corta. Generalmente pueden ser consumidos a los tres meses de su elaboración. 
Que su vida es relativamente corta se puede comprobar en cata, donde podemos apreciar la perdida de su frutosidad y viveza. Podríamos decir que el vino ha evolucionado o perdido su carácter, siendo aun apto para el consumo, pero sin las virtudes que lo definen. 
La variedad de uva, como antes se ha comentado, también influirá en su más o menos longevidad.
Los blancos fermentados o criados durante un tiempo en barrica, se nutren de los taninos que desprende el roble y estos ayudan a alargar su vida. Incluso son vinos que cuando salen al mercado necesitan un tiempo de reposo para poder llegar a su momento óptimo de consumo. Necesitan madurar.

Vinos rosados
Los rosados son vinos que, como los blancos, se consumen por lo general jóvenes, es decir, los podemos consumir al poco tiempo de su elaboración como he mencionado anteriormente a los tres meses (aproximadamente). 
Pasado un año suelen perder su intensidad afrutada y gana en aromas ajerezados. El color también pierde aquella viveza rosada que poseen al principio convirtiéndose en un color anaranjado. Siempre encontramos excepciones, los cuales duran más de dos años. Aunque no sea muy habitual encontrarnos rosados con crianza en el mercado existen. Estos tienen una vida algo más larga.

Vinos tintos
En los vinos tintos es quizás donde podemos hacer más diferenciación en su vida, dependiendo del tiempo de crianza que se hayan sometido. 
Los tintos jóvenes los podemos dividir en dos categorías: 
  1. Los cosecheros: que son vinos con un proceso de elaboración especial (generalmente por maceración carbónica) que salen al mercado al poco tiempo, entre el mes de noviembre y diciembre, y se deben consumir jóvenes al año prácticamente han perdido sus principales características y evidentemente su personalidad. (Beaujolais Noveau, cosecheros alaveses…).
  2. Los tintos jóvenes: son aquellos vinos que han tenido un proceso de elaboración tradicional y salen al mercado +/- a los seis meses. Tienen una vida algo más larga que los cosecheros, entre dos y tres años.

Los tintos de crianza han pasado un periodo de envejecimiento en barrica y otro en botella y salen al mercado a los dos años de la elaboración. Pueden ser consumidos a la salida al mercado aunque es aconsejable, para consumirlos en su momento óptimo, guardarlos dos años aproximadamente. Durante este tiempo el vino se afina y no son tan duros. Estos duran entre tres y cinco años después de la puesta en el mercado. Siempre hay que tener en cuenta que la vida del vino depende en gran parte del tipo propiamente dicho y de la variedad de uva utilizada en la elaboración.

Los vinos que llevan la mención de reserva, han tenido un proceso mas largo de envejecimiento. Un año en barrica y dos en botella como mínimo. 
Necesitan un reposo más largo para que resulten finos en el paladar, al principio son tánicos y algo duros y con el tiempo se suavizan. Su momento óptimo de consumo, aunque influye como siempre el año climatológico (añada) y la variedad de uva utilizada, varía entre el cuarto y séptimo año de vida, aguantando perfectamente los diez años. Es aconsejable realizar catas de vez en cuando para ver realmente cual es su evolución.

Cuando hablamos de vinos gran reserva, estamos hablando de palabras mayores. Estos permanecen en barrica dos años y tres en botella, es decir, salen al mercado a los cinco años de su elaboración. Son vinos que se aconseja  consumirlos entre los seis y diez años, siempre teniendo en cuenta el factor añada y la variedad de uva empleada. Pueden aguantar perfectamente de quince a veinte años. Algunos superan esta edad con creces y otros se quedan cortos. Tanto las bodegas como las guías de vinos nos pueden ayudar a la hora de tomar la decisión más adecuada y realizar catas de forma periódica para ver cual es su evolución.

En definitiva, cada vino, cuando sale al mercado, tiene una curva de vida ya marcada. Unos tienen menos aguante y otros, por sus características, pueden permanecer más tiempo en el mercado pero nadie marcará una fecha de caducidad.

No hay que caer en el error de guardar un vino joven para que se convierta en un reserva, lo que conseguiremos será un vino en mal estado.

Muchísimas gracias Ricardo G. por proponernos este nuevo tema y esperamos que se hayan resuelto tus dudas.

Leído en:
http://www.gestionrestaurantes.com/


y completado por:
http://www.verema.com/
http://es.answers.yahoo.com/
http://www.consumer.es/
http://www.restaurantesgallegos.com/



miércoles, 5 de enero de 2011

Dom Perignon y las burbujas del champán

miércoles, 5 de enero de 2011
Antes de comenzar, aclaremos algo. Champagne, antes que el vino espumoso por excelencia, es una región de Francia (Champagne-Ardenne) que abarca 34.500 hectareas. La región da nombre a la AOC (Apellation d´Origine Contrôlée) o Denominación de Origen Controlada. Esto estipula que ningún otro vino o región en el mundo puede usar la palabra Champagne en la etiqueta. La AOC especifica entre otras cosas los tres únicos tipos de uva que pueden usar los productores (Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier). Si el vino no es de Champagne, es un espumoso pero no un champagne.


La historia de las burbujas que podemos disfrutar hoy en día es relativamente reciente. Es decir, el vino ha estado presente en las actividades humanas desde hace milenios. Y si bien es cierto que muchas veces este vino pasaba por una segunda fermentación, que generaba burbujas, esto ocurría espontáneamente y estaba relacionado con las estaciones y los cambios de temperaturas, no con el proceso de vinificación en sí.


No es sino hasta principios del Siglo XVIII cuando se comienza a dar relevancia al hecho de que el vino de algunas cosechas, con el aumento de las temperaturas al final del invierno y comienzo de la primavera, hacía estallar las botellas de un monje benedictino. Este monje, cuidador y bodeguero de la abadía de Hautvillers, en la región de Champagne, se llamaba Dom Pierre Perignon (1638-1715). Dom Perignon tenía treinta años de edad cuando llegó a la abadía, en 1668, con la misión de levantar el monasterio que estaba casi en ruinas. Sabía que la reconstrucción de Hautvillers dependía de la resurrección de sus antes famosos viñedos y vinos.

Dom Perignon dedicó cuarenta y siete años a lograr los que él llamaba “los mejores vinos del mundo”. Logró muchos avances en el proceso de vinificación y viticultura. Sin embargo, veía como algunas cosechas luego de embotellarlas hacían explotar las botellas después del invierno. Esto resultaba bastante frustrante, por lo que dedicó buena parte de su vida a eliminar las burbujas de sus vinos, que consideraba una imperfección.

El Champagne era el vino de moda, el preferido por el Rey Sol, Luis XIV. Pero no era el mismo Champagne de hoy en día. De hecho, era un vino tranquilo y tinto claro, hecho a partir de Pinot Noir, al menos era tranquilo hasta la primavera cuando comenzaba a burbujear. Entonces, la mayor parte del vino que producía Dom Perignon era vino tinto.

Aunque se le atribuye el descubrimiento del proceso de vinificación de espumosos a Dom Perignon, el origen de las burbujas era un misterio por lo que resultaban casi incontrolables. No existió una receta exacta para lograr las burbujas hasta que, en 1801, Jean-Antoine Chaptal logra cuantificar el azúcar añadido y hasta que, en 1857, Louis Pasteur identifica la función clave de la levadura en la fermentación alcohólica.

Lo que sí queda claro es que en lugar de resignarse a ver el producto de un año de trabajo perderse explosión tras explosión, Dom Perignon hace algunos cambios en el proceso de embotellado:

Dom Perignon comienza a usar el cristal inglés para embotellar su vino y, además, agrega dos elementos claves a la ecuación: el corcho para tapar las botellas, una práctica antigua que había caído en desuso, y el amarre con alambre. Estos son dos de entre los muchos aportes importantes del monje francés a la industria del vino y del vino espumoso.

Fuentes:
Parra, A. (1994). Todo sobre el cava. Temas de Hoy.
http://es.wikipedia.org




martes, 4 de enero de 2011

¿4, 5, 6 ó 7 continentes? ¿Con qué modelo te quedas?

martes, 4 de enero de 2011




En realidad no existe una única forma de fijar el número de continentes y depende de cada área cultural determinar si dos grandes masas de tierra unidas forman uno o dos continentes.

Más información en http://es.wikipedia.org



lunes, 3 de enero de 2011

El significado y traducción de "Carpe Diem"

lunes, 3 de enero de 2011
Leyendo otros blogs de curiosidades me he encontrado esta entrada que quiero compartir con vosotros, por el significado de la expresión en sí misma.

La frase se encuentra en un poema de la obra "Odas" escrita por Horacio, poeta latino que nació el año 65 A.C. y murió el año 8 a.c.

Este es el texto del poema en latín:

Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi fienm di dederint, Leuconoe, nec Babilonios temptaris numeros. Ut melius quicquid erit pati!
Seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrenum, sapias, vina liques et spatio brevi spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

          Y su traducción:

No busques el final que a ti o a mí nos tienen reservado los dioses (que por otra parte es sacrilegio saberlo), oh Leuconoé, y no te dediques a investigar los cálculos de los astrólogos babilonios. ¡Vale más sufrir lo que sea! Puede ser que Júpiter te conceda varios inviernos, o puede ser que éste, que ahora golpea al mar Tirreno contra las rocas de los acantilados, sea el último; pero tú has de ser sabia, y, mientras, filtra el vino y olvídate del breve tiempo que queda amparándote en la larga esperanza. Mientras estamos hablando, he aquí que el tiempo, envidioso, se nos escapa: aprovecha el día de hoy, y no pongas de ninguna manera tu fe ni tu esperanza en el día de mañana.

Por lo tanto, su gran significado es "aprovecha el día presente". ¡Qué gran consejo!




sábado, 1 de enero de 2011

¿De dónde proviene la palabra cotillón?

sábado, 1 de enero de 2011
Fiesta de Nochevieja y cotillón son dos palabras muy difíciles de separar en nuestra época actual pero no siempre esto ha sido así y hoy os contaremos de donde proviene esta palabra y porque se aplica actualmente a la bolsa con sombreros, antifaces, matasuegras y confeti que no pueden faltar en la fiesta de celebración de la entrada del nuevo año.

La palabra cotillón es una palabra de origen francés que originalmente significaba enaguas o falda.  Posteriormente también se la incorporó como denominación de un tipo de baile parecido al vals con el que se cerraba alguna fiesta.  Con el tiempo la palabra “cotillón” pasó a designar también las fiestas donde al final se bailaba ese "valsecito".

Parece ser que en esas fiestas, y cuando llegaba el  momento de bailar el cotillón, o sea el baile, se acostumbraba repartir algunos pequeños obsequios, confetis, serpentinas, pitos y demás artilugios, para dar mayor alegría y animación la fiesta.

Este baile era una especie de final de fiesta.  Y fue así que cotillón luego pasó a usarse como denominación de los obsequios, más que la danza en sí misma.  Hoy este cotillón se usa para fiestas de casamientos, fin de año, cumpleaños y todo tipo de celebraciones.

El cotillón se llama tambien Bolsas de Cotillon porque normalmente los artilugios se entregan en una bolsa metalizada, transparente o incluso de carton – pvc dorado o plateado pudiendo incluso estar estas bolsas de cotillon personalizadas.

Fuente: http://www.bolsacotillon.com



 
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