viernes, 21 de octubre de 2011

¿Por qué los puñetazos cinematográficos se acompañan siempre de efectos sonoros?

viernes, 21 de octubre de 2011
Hoy nos han propuesto en nuestro mail el siguiente tema:

Llevamos tiempo discutiendo en mi trabajo (cosas del aburrimiento ocasional) el orígen del "sonido / efecto especial" que se aplica a los puñetazos en el cine. Hemos llegado a la conclusión que sin ello el puñetazo falso carece de realismo, pero no sabemos porqué y cuando se decidió usarse, de modo casi universal, (incluso en bollywoods) ese mismo efecto.
Para empezar, explicaremos por encima cuales fueron los orígenes de estos efectos de sonido.

Los primeros en utilizar este recurso fueron los griegos obras de teatro, cuyo principal objetivo era simular los sonidos de la naturaleza, por ejemplo hacían sonar "truenos" cuando aparecía el dios Júpiter airado. Mucho tiempo después, ya en el siglo XX a partir de la expansión de la radio en los años 30, los efectos de sonido recibieron un nuevo impulso: era necesario conseguir el máximo realismo en un medio dramático que no contaba con la imagen como factor principal para ello, y también era necesario eliminar los fatídicos silencios muertos que daban la sensación de que la emisora no funcionaba bien. Los "efectistas" de la época, además de los mecanismos tradicionales de generación de efectos (planchas metálicas, muelles, instrumentos de percusión, bocinas, silbatos, etc.) podían disponer de efectos previamente grabados en discos de piedra o bakelita (incluso había tocadiscos especiales de 2 brazos para reproducciones simultáneas de 2 efectos!). Finalmente, los efectos de sonido llegaron al cine y a partir de la película Aleluya de King Vidor (1929) fueron utilizados de manera dramática y no como simple contrapartida aural de la imagen.

Volviendo al tema que nos ocupa, vamos a descubrir por qué siempre se ha utilizado el efecto sonoro de golpe o puñetazo cuando, en la realidad, un puñetazo, aunque haga daño, no produce necesariamente ruido.

La principal razón es que en un entorno de audioimagen, ya sea cine o televisión, el ruido del impacto es casi obligatorio; en otro caso no se creería en ellos, aunque los golpes se aplicasen de verdad. Estos van acompañados, sistemáticamente, de ruido.

Este encuentro puntual e instantáneo de un sonido y de un impacto visible se convierte entonces en la representación más directa e inmediata del punto de sincronización audiovisual de la secuencia. El golpe se convierte en el instante alrededor del cual se estructura el tiempo del relato; antes se piensa, se anuncia, se presiente; luego se sufren sus vibraciones y se afrontan sus resonantes efectos. Es el punto audiovisual hacia el que converge todo, a partir del cual las cosas se difuminan. Y es también, en la audioimagen, expresión privilegiada de la instantaneidad.

Abandonada a sí misma, en efecto, la imagen ultrabreve del golpe no se fija en la memoria, queda como perdida, mientras que un sonido ultrabreve pero bien definido tiene el privilegio de fijar directamente su forma y su timbre en la conciencia, en la que se repite como eco.

¿Cuál es el objeto más importante en la figuración audiovisual? El cuerpo humano. ¿Cuál puede ser el encuentro más inmediato y más breve entre dos de estos objetos? El golpe. ¿ Y cuál es la relación audiovisual más inmediata ? La sincronización entre un choque oído y un choque visto, o que se ha creído ver. Pues, de hecho, el golpe no se ve realmente, lo que puede verificarse cortando el sonido de la escena. Lo que se oye, en suma, es lo que no se ha tenido tiempo de ver.

Muchísimas gracias David N. por proponernos este interesante tema y espero que os haya aclarado más que confundido.

Fuente:
La audiovisión, Introducción a un análisis conjunto de la imagen y el sonido
MICHEL CHION



 
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